Guillermo gómez rivera
Guillermo Gómez Rivera es un autor premiado en numerosas ocasiones, cuyo trabajo creativo se desarrolla en las intersecciones de la literatura, la música y la danza. Es quizás el escritor filipino contemporáneo más reconocido en todo el mundo de habla hispana.
Su a veces estridente defensa de la preservación del idioma español en Filipinas le ha valido aplausos y críticas. Pero no se disculpa por ello en sus escritos, destacando que el español es esencial para la identidad nacional filipina, ya que los Padres Fundadores del país escribieron principalmente en español para clamar primero por reformas y luego por la independencia de más de trescientos años de dominio español.
La Radio Televisión Española (RTVE) elogió a Guillermo como "escritor, periodista, historiador… [que] ha rastreado incesantemente el legado español en Filipinas y ha recuperado parte de un folklore y tradiciones en peligro de desaparición". La Vanguardia le describe como "el último defensor del español en Filipinas."
Nacido en la ciudad de Iloilo en Filipinas el 12 de septiembre de 1936, tiene un doctorado en literatura hispána-filipina y cuatro títulos universitarios en Español, Economía, Historia y Administración. Trabajó tanto en el gobierno como en el sector privado. En un momento de su carrera, se desempeñó el cargo de Cónsul Honorario de Costa Rica en Filipinas mientras trabajaba como Asistente Administrativo y Secretario en el Consejo de Administración del conglomerado de alimentos San Miguel Corporation. De 1966 a 2002, dirigió el Departamento de Español de la Universidad Adamson en Manila.
Es académico de la Real Academia de la Lengua Española, y es el miembro más antiguo de la Academia Filipina de la Real Academia Española de la Lengua. A causa de su investigación y experiencia en varios idiomas filipinos, fue designado para convertirse en el Secretario del Comité de Idioma Nacional de la Convención Constitucional de Filipinas (1971-1973) que se convocó para redactar una nueva constitución.
En 1975, fue galardonado con el Premio Zóbel, el honor literario más alto de Filipinas otorgado a los mejores trabajos en español, por su obra El caserón.
En la década de los sesenta, grabó composiciones filipinas raras en español, que fueron recientemente remasterizadas digitalmente y relanzadas por el Instituto Cervantes en Manila.
Reconocido también como maestro de baile flamenco, fue pionero en la enseñanza del flamenco y sus estilos relacionados en Filipinas y supo transmitir esta forma de arte a legiones de estudiantes filipinos.
Es ahora consultor e investigador de la Bayanihan Dance Company, considerada la principal compañía de danza folklórica del país. Ha coreografiado cientos de danzas en diferentes estilos flamencos.